El incidente ha generado un gran revuelo en el ámbito del fútbol búlgaro y ha puesto en tela de juicio la integridad del sistema de arbitraje. La imagen de un asistente del VAR apostando durante un partido levanta serias preocupaciones sobre posibles conflictos de interés y la manipulación de resultados, lo que podría manchar la reputación de la liga.
Las autoridades del fútbol búlgaro ya han abierto una investigación para determinar las circunstancias del hecho y las posibles sanciones que se podrían aplicar al asistente del VAR. Además, se espera que la federación de fútbol del país refuerce las políticas sobre la conducta de los árbitros y el uso de tecnología en los partidos.
La viralización de las imágenes ha llevado a un debate más amplio sobre la transparencia y la ética en el deporte, con muchas voces pidiendo una revisión de las normativas y el establecimiento de medidas más estrictas para prevenir situaciones similares en el futuro. A medida que el caso avanza, la comunidad futbolística estará atenta a las decisiones que se tomen y a las repercusiones que esto tendrá en el fútbol búlgaro.
